El paseo fue totalmente improvisado: no llevaba calzado adecuado, ni ropa, ni nada. Era tarde para hacer una excursión (13:30). Pensaba que era una caminata fácil de 6-8 km. bien señalizada, pero la subida al cerro Alfaro -744 metros de altitud, dominando todo el desierto de Tabernas- no es para hacerla así, con una manzana y un botellín de agua, zapatillas de andar y una sudadera ligera que me asfixiaba al subir pero en la cumbre a las cinco de la tarde de repente me resultaba poca cosa.
El caso es que el teléfono llevaba encendido el GPS de Waze bebiendo batería toda la mañana, así que en lugar de una carga del 80% -lo normal a esa hora- de repente tenía un 36% que iba bajando de forma alarmantemente rápida. Arriba decidí apagarlo por si tenía una emergencia: un tobillo medio dislocado y la rodilla dolorida eran mala cosa para tener ahí arriba, y de repente me di cuenta de lo lejos que estaba de todo.
Y lo alto. La caída a los cerros de abajo era prácticamente vertical:
En fin, que no se deben hacer estas cosas. Eso sí, descubrí un cerro en forma de cabeza de gorila ideal para hacer la próxima peli de King Kong.
Echaba de menos tus aventuras gráficas. Ha sido un regalo ver esta arriesgada subida al punto mas elevado, el cerro Alfaro. Me encantan las fotos, menuda panorámica.