Esperanza

Ayer por la tarde abandonaron un perro en la puerta de mi casa, un cocker-spaniel negro. El pobre animal estaba totalmente desorientado… una multitud de curiosos se arremolinó alrededor. Mi experiencia en estos casos dictaminaba que al rato la muchedumbre se evaporaría y el perro seguiría igual de perdido, así que seguí con lo mío (por descontado que, aunque me hubiese gustado, estaba fuera de mi alcance llevarme al animal).

Un rato más tarde me asomé a la ventana y el perro seguía allí.

Esta mañana, temprano (es domingo) me sorprendieron unos ladridos en la calle, continuos, insufribles: quien quiera que fuese sólo paraba para tomar aliento. Me asomé y era el cocker, pero esta vez estaba atado a un balcón con un plato de comida y una bandeja de agua junto a él. En el balcón alguien había garabateado con rotulador lo siguiente:

ME HE QUEDADO SIN DUEÑO · TE GUSTO? LLEVAME CONTIGO · GRACIAS

Al poco rato, un grupito se acercó y un par de chicas empezaron a hablar por un móvil. Poco después, los ladridos cesaron; el perro había encontrado una familia.

Parece que todavía queda algo bueno en todo este caos… es agradable contar historias como ésta de vez en cuando.

cock-m